Leí esa frase en algún lugar: ¨A veces espantamos a las personas solo porque queremos que regresen¨ y creo que es algo estúpidamente cierto.
En momentos difíciles siempre pensé que yo solía mantener la calma, que actuaba de forma tranquila para pensar en la mejor solución a un problema. Ahora creo que no es así, creo que solo me alejo, me quedo callada y me voy a un lugar donde solo mi compañía sea testigo de mi debilidad.
Pero aunque ahora creo pensar que no actúo diferente, la verdad es que no quiero pasar este momento de mi vida sola, no quiero ir a clínicas sola, no quiero asistir a esas citas sin él, sin su apoyo.
Él, tan maduro que siempre suele mostrarse, tan calmado y asertivo que siempre suele ser... él hoy no está. Yo lo alejé, no sentí el apoyo que esperaba, no sentí el cariño que decía tenerme, no sentí su apoyo en este momento... yo lo alejé.
y lo extraño, no hay otra forma de decirlo. Lo quiero a mi lado pero lo espanté, lo espanté de verdad y aunque quiero que regrese creo que esta vez no volverá. No volverán las llamadas, los mensajes ni las visitas. No volverá su mirada, sus abrazos ni sus labios. Todo él ya no volverá.
Finalmente, creo que estaré sola como siempre dije que me sentía... y esta vez todo fue mi culpa.